'A Storm In Heaven', The Verve (1993)
- Marco
- 11 ago
- 2 Min. de lectura

Tenía unos 18 años la última vez que consumí psicodélicos de forma recreativa. Estaba solo en mi casa durante una noche completa y decidí usarla para tener mi primer (y único) viaje en solitario con LSD. No recuerdo específicamente cuánto tomé, pero conociéndome, seguramente lo hice sin dosificar durante la noche como suele ser recomendado. Lo que sí recuerdo eran mis planes durante esas horas de psicodelia que tenía por delante. Quería, por sobre todas las cosas, escuchar música.
Antes de comenzar escribí en un papel una lista de las bandas que quería escuchar durante el viaje. Una lista que estaba seguro de tener pero que no la pude encontrar cuando la busqué, por lo que se habrá perdido en alguna mudanza, de casa o de país. En esa lista recuerdo que estaban bandas como The Doors, LCD Soundsystem o Charliepapa. Con los sonidos de truenos de Riders on the Storm me sentí aterrorizado, con los sintetizadores de Dance Yrself Clean me moví sin ningún patrón o sentido, y con Gélido tuve una dosis necesaria de melancolía.
Dentro de todas las bandas en la lista, una que puse sin pensarlo demasiado fue The Verve. Teniendo en cuenta la naturaleza introspectiva de A Storm in Heaven sabía que al menos una de las canciones a escuchar de la banda tenía que ser de ese disco. Already There fue la escogida y me generó una sensación de plenitud temporal como pocas veces he sentido en mi vida. Durante esos 5 minutos y medio lo único que importaba en el mundo éramos esa canción y yo, algo que realmente necesitaba teniendo en cuenta mi contexto emocional de esa época.
"You were walking round like you're some kind of angel
Hello, high, are you? Yes
Well, that explains it"
En retrospectiva, pienso que habría sentido algo muy similar de haber escuchado Blue, Slide Away o cualquier otra del disco. Es una obra que tiene una coherencia que me sorprende, como si cada una de sus diez canciones se hubiesen compuesto con el objetivo principal de que coexistiera perfectamente con las otras nueve. En términos del cine, cada canción es una secuela espiritual de la anterior y todas tienen la capacidad de hacerme sentir como si estuviese viviendo un sueño situado en mi propia consciencia.

Más de una década después de esa experiencia me encontré con el álbum en vinilo durante una visita al Ateneo Grand Splendid en Buenos Aires y no pude evitar comprarlo. Mientras escribo esta entrada (la primera desde 2023 en el blog) decidí escucharlo con detenimiento más allá de las reproducciones ocasionales durante todos estos años. Debo decir que puede ser fácilmente uno de mis 10 discos favoritos, y definitivamente uno de los que mejor expresan la atmósfera de mis pensamientos en los períodos dominados por mi introspección.
No soy la misma persona que ese Marco de 18 años, pero dentro de las cosas que tenemos en común es esa constante necesidad de conectarme primero con lo interno antes que cualquier cosa. A Storm In Heaven es un reflejo de eso para mi, y si alguna vez decido volver a experimentar con psicodélicos, escucharlo de principio a fin será parte de mi viaje.
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