'Songs from the Big Chair', Tears For Fears (1985)
- Marco
- 15 jun 2020
- 3 Min. de lectura

No recuerdo exactamente cuándo comenzó mi relación con Tears For Fears, pero sé que hace muchos años puse a hits como 'Shout' en esa carpeta mental donde almaceno las melodías y coros de canciones importantes de la cultura pop. Si tuviera que apostar, diría que la primera vez que escuché la banda fue en algún programa o segmento de VH1. Probablemente mientras esperaba que comience un episodio de 'Flavor of Love'.
Sin embargo, sí recuerdo el momento que plantó la semilla para que hoy esté escribiendo sobre la banda y su segundo álbum, 'Songs from the Big Chair'. Sucedió cuando vi por primera vez una de mis películas favoritas hasta el día de hoy: 'Donnie Darko' (2001). Nunca un largometraje me había dejado tan perplejo como para no entender bien mis sentimientos al ver sus créditos finales. Puede que sea la película que más haya visto en mi vida adulta, y su soundtrack tiene gran parte de la culpa. En él, Tears For Fears está presente con 'Head Over Heals', que suena durante una de mis escenas favoritas de la película -puede que Drew Barrymore tenga algo que ver con esto- y que es uno de los varios éxitos del disco.
Seguramente cualquier persona que haya visto la película puede concluir que la canción más icónica del soundtrack es 'Mad World', compuesta por Tears For Fears para su primer álbum pero que fue interpretada por Michael Andrews y Gary Jules para la banda sonora. La versión terminó siendo mucho más sombría e íntima en concordancia con el espíritu de la película, sobre todo teniendo en cuenta el papel tan importante que tuvo en el desenlace de la historia. Al verla, es difícil no estar en sintonía emocional con todos los personajes que se muestran durante la canción. Es la manera perfecta de musicalizar el final cargado y confuso de la que terminó siendo una película que sigue estando en mi Top 5 de favoritas.
Igualmente, no fue sino hasta inicios del 2017 que la banda pasó a tener más presencia en mi gusto musical, cuando escuché por primera vez 'Sowing The Seeds Of Love' en la radio. La intro de la canción no es demasiado larga ni compleja, pero recuerdo que ocasionó que mi atención se fijara solamente en lo que sonaba por los parlantes. Lo primero que hice al regresar a mi casa fue descargar 'Tears Roll Down (Greatest Hits 82–92)' y ahí comencé a conocer un poco más al dúo inglés.
Desde ese momento, Tears For Fears pasó a ser una banda relevante en mi vida, de esas que mencionaba cada vez que expresaba mi fascinación por la música de los 80s. Pero mi cariño por sus obras pasó a otro nivel en abril de este año, cuando se convirtió en mi primera obsesión musical de la cuarentena por COVID-19. 'Songs from the Big Chair' fue el foco principal y no solo pasé horas escuchando el disco, sino que también invertí muchas intentando producir un cover de 'Everybody Wants to Rule the World' en mi AKAI Mini, que todavía no sé usar pero que hizo que esos primeros días de pandemia fuesen muy entretenidos desde mi punto de vista.

El disco puede significar varios éxitos y millones de ventas para la industria musical occidental, pero para La Nueva Cole representa una conexión muy fuerte entre los dos formatos artísticos que más disfruto y una de las razones por las que el año 2020 ha sido, a pesar de todo, bastante divertido.
"All for freedom and for pleasure
Nothing ever lasts forever
Everybody wants to rule the world"
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